Apuntar en primer lugar que esto no pretende ser una biblia, es un resumen basado en mis experiencias, por lo que casi seguro, alguien usará metodos diferentes, ¡esperemos que quiera compartirlos en beneficio de todos!
Como me ha quedado un poco extenso lo dividiré en tres partes:
PARTE ILo primero a considerar es el tipo de insecto, y no me refiero a la especie, sino a algo más importante desde el pto de vista fotográfico, ¡a como vuela!. La segunda consideración importante es el tamaño.
En este tipo de fotografía se requiere una gran paciencia y perseverancia, ¡mucha más que en el macro general!. Es fundamental para obtener buenos resultados conocer a la especie, observar a distintas horas del día como evolucionan, si tienen querencia a ciertas plantas, flores, si cazan en las mismas zonas o si buscan posaderos en zonas especiales para descansar o apostaderos donde abalanzarse sobre sus presas, es fundamental la observación, y no está de más anotar en un cuaderno las observaciones, hora del día, actividad principal del insecto (alimentación, reproducción etc.). Una vez localizada una zona por la que suelan transitar, conviene fijarse en la vegetación (tipo, altura) o algún otro obstáculo (paredes etc.), esto nos ayudará a establecer la estrategia a seguir. Ayuda que el cuaderno sea de papel cuadriculado, eso nos permitirá hacernos un pequeño plano/croquis y dibujar la distribución de los elementos principales, un cuadradito equivaldrá a un paso (o a dos si la parcela es grande), esto nos permitirá planificar nuestra colocación, la de los flashes (en caso de usarlos), y la de algún obstáculo más o menos natural con los que intentar dirigir el vuelo.
Hay insectos tipo sírfidos etc., cuyo vuelo es bastante estable, suelen volar en línea recta, mantenerse casi estáticos en el aire, cuando se alimentan van de flor en flor, por lo que predecir la siguiente parada suele dar buenos resultados. Con las libélulas lo que mejor resultado suele dar es localizar sus zonas de caza (cazan pequeños mosquitos que pululan en nubes) se suelen mover en línea recta avanzando y retrocediendo. Con estos tipos de vuelos no se necesita mucha planificación, se fotografía a salto de mata, lo que es importante(y extensible casi para cualquier tipo de fotografía de insectos) es la indumentaria, colores suaves(marrones o verdes), tejidos que no “crujan”, no usar perfumes, tener cuidado con los brillos (reloj, cristales de las gafas, la propia cámara y lente, flashes etc.), un accesorio que nos evitará sufrimientos son las rodilleras(de tipo portero, por debajo del pantalón) o de las que usan los “piseros” (colocadas por fuera del pantalón). Los movimientos serán suaves, observaremos la reacción del insecto, sino se inmuta proseguiremos lentamente el acercamiento haciendo pausas, tendremos cuidado al acercarnos con la sombra que proyectamos.
PARTE II Otros insectos presentan un vuelo de lo más impredecible, cambios constantes de dirección, subidas y bajadas, ¡ lo mejor para macro vaya !, además para más INRI son especies con ejemplares bellísimos: las mariposas, posadas son hermosas pero en vuelo son fascinantes, intentar plasmarlo ¡una locura!.
Os resumo mis experiencias, pero si queréis deleitaros con fotos de alguien que lleva 25 años en ello, visitar la página de Ghislain Simard,
http://simpho.free.fr/ultra_rapide/ultra_rapide.htmlCreo que sus fotografías os gustarán
Básicamente, además del conocimiento de la especie y la observación comentada arriba(esto aquí es aun más importante), la técnica fundamental consiste en intentar dirigir el vuelo y congelarlo usando la velocidad de obturación más rápida que tu cámara permita, para ello se usan las mayores aberturas, una focal entorno a los 200mm, el ISO más elevado que permita la cámara sin que el ruido sea excesivo, el uso de varios flashes (a ser posible con comunicación inalámbrica y modo de alta velocidad) dispuestos convenientemente en el campo de vuelo, en cuanto el enfoque, personalmente los mejores resultados los he obtenido con enfoque manual y usando el pto central, he probado con seguimiento de foco y ráfaga pero con seres tan pequeños y moviéndose tan rápido, no hay autofoco que los siga. Hay que intentar dirigirles el vuelo hacia la zona donde hayamos dispuesto los flashes y la cámara, para ello uso una especie de piquetas de aluminio(2 tubos extensibles) que clavo en el suelo y sobre las que coloco vegetación del entorno de modo que sobresalga por encima del resto de vegetación, colocar otros elementos tipo bolsas etc. lo único que consiguen es espantarlas, los flashes colocados sobre trípode también sirven para lo mismo forrándolos convenientemente de alguna hierba( no os riáis pero las varillas de los árboles de navidad artificiales cumplen bien la función). Un monopie que sujete la cámara y lente te evitará dolor de brazos, una sillita plegable te hará más comoda la sesión (puede fácilmente durar más de 2 horas), un sombrero y crema solar es altamente recomendable. Hay que intentar que el vuelo sea paralelo al sensor, eso hace que el enfoque necesite poco recorrido.
Y PARTE III En las mejores condiciones se consigue alcanzar la máxima velocidad de obturación que permite la cámara (1/8000 seg. en mi caso), esto en general produce buenas “congelaciones”, pero en ocasiones los aleteos son bastante más rápidos, para solventarlo se recurre a obturadores electrónicos de fabricación artesanal( al menos yo no los he encontrado de marcas comerciales) que permiten 1/25000 seg. o menos. La forma de trabajar con ellos es colocar la cámara en modo b, el obturador externo es el que determinará la velocidad final del disparo. Otra forma de trabajo consiste en la utilización de barreras luminosas (láser, infrarrojos, etc.) que al ser cruzadas por el insecto provocan el disparo de los flashes y cámara, si ya es complicado dirigir el vuelo a una zona, conseguir que pasen por un área aún más reducida parece casi imposible, aunque alguno lo ha resuelto de la siguiente manera, captura con cazamariposas algún ejemplar, lo introducen en una caja a oscuras, a cierta distancia de la caja colocan una tela oscura con un agujero de dimensiones adecuadas para que pase la mariposa, preenfocan sobre el orificio o colocan una barrera luminosa, abren la caja, la mariposa atraída por la luz que entra por el agujero tiende a salir por él y provoca el disparo. Este sistema permite usar incluso angulares a la minima distancia de enfoque, con lo que además de una mariposa congelada tenemos el entorno por el que hipotéticamente se mueve. Personalmente prefiero usar medios menos “agresivos” aunque los resultados no sean tan espectaculares.
Este tipo de fotografía se presta mucho a la experimentación, a ver si entre todos conseguimos un método más eficaz y menos estresante para los insectos.
Un saludo